El presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que no dará marcha atrás en la reforma del Poder Judicial, a pesar del nerviosismo financiero actual.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario explicó que la corrupción domina el Poder Judicial, y su reforma es crucial para la justicia y el futuro económico del país.
“Están equivocados, lo digo de manera respetuosa, quienes están pensando que vamos a dar marcha atrás al propósito de reformar el Poder Judicial que está podrido, que está dominado por la corrupción, solo porque hay nerviosismo financiero”, afirmó.
López Obrador explicó que erradicar la corrupción en el Poder Judicial no solo es un acto de justicia, sino que también beneficiará económicamente a México a mediano y largo plazo.
Enfatizó que el éxito de su política económica se debe exactamente a la no tolerancia hacia la corrupción.
“Sabemos que si limpiamos el Poder Judicial, en el supuesto de que tengamos desajustes en la paridad, a mediana y largo plazo eso nos va a ayudar a todos, pero además está de por medio la justicia, ¿cómo vamos a cambiar corrupción por justicia, qué les pasa? Si el éxito de nuestra política económica ha sido precisamente no permitir la corrupción”, argumentó.
El presidente criticó el sistema actual de designación judicial, que, a su juicio, favorece a las élites económicas y políticas, y no al pueblo mexicano.
“¿Por qué le tienen miedo al pueblo? ¿Por qué le tienen miedo a la democracia? Porque los nombra la cúpula del poder político o económico. ¿A quiénes les sirven los jueces magistrados y ministros? A la minoría, qué les va a importar el pueblo. No hay justicia para el que no tienen con qué comprar su inocencia y es muy claro”, enfatizó.
Además, el mandatario expresó su deseo de que el pueblo elija a los jueces, magistrados y ministros.
“Quiero que los jueces, magistrados y ministros sean empleados del pueblo, el soberano es el pueblo, es el que manda, nosotros somos servidores públicos”, declaró.
La reforma judicial propuesta incluye la elección por voto popular de jueces, magistrados electorales y miembros de la Suprema Corte.
López Obrador espera acelerar la aprobación de esta reforma con la mayoría calificada que espera tener su alianza en el Congreso a partir del 1 de septiembre.