El favoritismo que Barbosa le profesa a la Garci-Crespo esconde una relación clandestina
La relación entre la dirigente del CEN de Morena Puebla, Olga Lucía Romero Garci-Crespo, cuyo verdadero nombre es Mónica Caballero Garci-Crespo, con el gobernador poblano, Luis Miguel Barbosa Huerta, rebasa los límites de la simple amistad. La preferencia del gobernador por su “supuesta amiga” rebasa la lógica.
El gobernador ha sido de los gobernantes más criticados por su forma descarada de ostentar el poder y por sus prácticas autoritarias y nepotistas. Desde que el poblano estaba en campaña, la cercanía con la diputada ya era sospechosa y comentada. Ni se diga cuando la entonces contendiente de Morena, salió triunfante en 2016 en la diputación distrital. Los poblanos han sabido siempre sobre el padrinazgo de su paisano tehuacanense.
Es gracias al gobernador que la diputada ha sobresalido en el partido, pero no olvidemos que ambos son de extracción panista; aunque el mismo gobernador, cínicamente ha afirmado que si otros “brincan” a Morena, ellos por qué no. El gobernante ha salido en defensa de la Garci-Crespo en repetidas ocasiones; levantando las murmuraciones que afirman que la diputada acostumbra pagar en especie los favores a su amigo cercano el gobernador. Un romance clandestino parece haberse gestado desde hace muchos años, desde que el morenista blanquiazul contendía para la gobernatura.