Durante el conversatorio “Ser mujer periodista en México, violencia y discriminación”, apoyado por Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) se expresó claramente que las comunicadoras ponen en peligro sus vidas en la profesión.
La periodista Lourdes Mendoza Peñaloza, en calidad de moderadora del encuentro transmitido en las redes sociales del organismo, señaló que sin noticias, sin prensa libre, sin libertad, sin el INAI “no existe la democracia”.
“La transparencia ha sido siempre incómoda para el poder, y el INAI no tiene como fin complacer a los gobernantes, sino exigirles que se sometan al escrutinio público, lo que convierte al INAI, como lo hemos visto, en un actor incomodo naturalmente, y, ojo, a mayor opacidad, mayor discrecionalidad tienen los gobernantes”, sostuvo.
En el encuentro estuvieron, la comisionada presidenta del INAI, Blanca Lilia rosales Cadena, y los comisionados Adrián Alcalá Méndez, Norma Julieta del Río Venegas, Josefina Román Vergara.
Y como invitadas, representando a las mujeres periodistas en México, estuvieron presentes además de Mendoza Peñaloza, Laura Sánchez Ley y Zorayda Gallegos.
La columnista de El Financiero recordó que las periodistas ponen su vida en juego todos los días cuando exhiben a los políticos en corrupción, “o también vemos o hacemos evidente y dejamos en el escarnio público lo que los poderosos quieren de una manera u otra tener oculto y en muchas ocasiones lo podemos hacer gracias al INAI.
Destacó que gracias al órgano de transparencia se han tenido reportajes como “La Casa Blanca” del expresidente Enrique Peña Nieto, “Edomex, fábrica de culpables”, “El Cártel de la comida”, “La estafa maestra”, “Procampo, financia a narcos y familiares”, “Sedena omite informar número real de bajas en combate al narcotráfico”, “Masacre en San Fernando, lo que la FGR oculta a las familias”, “Odebrecht”.
“Lo paradójico es que mientras nosotras estamos poniendo el cuerpo, incluso la vida, la gente nos dice ‘yo no veo las noticias porque todo es malo’, ¿qué no se han dado cuenta que sin prensa libre, sin noticias, sin libertad de expresión no existe la democracia?, reflexiona la también directora de Noticias en la Mira.
Recordó que, de acuerdo a Artículo 19, cada 14 horas hay una agresión contra los periodistas “y se ha identificado que el agresor en el 70% de los casos es el gobierno en sus tres órdenes”.
Además, la comunicadora subrayó que diariamente se asesinan a 11 mujeres y no pasa nada.
“Nuestra profesión es muy noble, tiene una función social, al darle la voz a quienes no la tienen, tiene una función política en favor de la democracia, al ser críticas del poder, provenga de donde provenga, así que ser mujer periodista es un honor, es un riesgo que nosotras decidimos asumir con vocación, con compromiso y responsabilidad”, sostuvo.
Cada día pienso más lo que voy a publicar: Laura Sánchez Ley
Especializada en temas de transparencia, seguridad y desclasificación de documentos, con una trayectoria de 14 años, Laura Sánchez Ley, contó que desde que comenzó a trabajar en el periodismo en su natal Tijuana, se ha enfrentado a obstáculos que señaló como una “situación precarizada” para las mujeres en el periodismo.
Expuso la situación con el director de el periódico el Sol de Tijuana, el cual le mencionó: “Laurita de aquí en adelante te va a ir muy bien […] porque nunca vas a estar en un lugar más jodido que este”, expreso.
Recordó que a las mujeres comunicadoras se les relegaba a las “secciones rosas”, pero una vez iniciada la guerra contra el narcotráfico, comenzaron a ser enviadas “hacer todo lo que los hombres no querían hacer después de las seis de la tarde”.
La periodista reconoció que en la Ciudad de México existe un avance en los salarios para periodistas mujeres, aunque señaló que esta brecha de género aún existe. A su vez también compartió su preocupación por la violencia que se genera a las periodistas.
“Una mujer en Baja California ganaba seis mil pesos al mes, mientras que un hombre podría ganar 12 mil pesos. Sueldos miserables por donde lo veas, pero sigue siendo muy poco dinero para el trabajo que básicamente hacíamos todos los días que era arriesgar la vida, como bien lo decía Lourdes”, recordó al dar testimonio de sus primeros años como periodista.
Sánchez Ley contó sobre los ataques digitales que recibió a raíz de que denunció el caso de un súper delegado en Jalisco, que tenía a su familia en la nómina, por lo que a consecuencia de ello comenzó a recibir amenazas contra ella y su familia.
“A nosotros no llegaron muchos ataques, nos mandaban cartelitos que decían ´Dos mujeres y un funeral´”, mencionó.
Mencionó que la violencia hacia las periodistas trasciende al ámbito de lo digital, en donde expresa que “por ser mujeres se nos desacredita […] hemos pasado de poner el cuerpo físicamente ahora a poner la mente”.
“Cada día te piensas más lo que vas a publicar, porque sabes el costo que va a tener a nivel emocional y a nivel familiar…”, sostuvo.
Resaltó que se ha pasado de la violencia física, de las calles, a la violencia digital, donde se les busca desacreditar por ser mujeres, “si somos pirujas, si somos esto o somos lo otro, es terrible y tremendo, y aunque creamos que no tienen un impacto tiene un impacto negativo, hemos pasado de poner el cuerpo físicamente ahora a poner la mente”, sostuvo.
Señaló que cada vez que va a publicar una historia, un trabajo se piensa el impacto que tendrá el costo a nivel familiar y emocional las investigaciones que realizan como periodista.
Además, compartió su punto de vista acerca del proyecto de protección a periodistas en México, en donde señaló que existe “falta de sentencias y proceso judiciales […] por asesinatos a las y los periodistas”, mencionó. También la estigmatización que tienen los periodistas por parte de la población.
“Eso ha llevado a que la gente pierda empatía con nosotros”, mencionó.
Impunidad cibernética, dice Zorayda Gallegos
Por su parte, Zorayda Gallegos, reportera en N+Focus, la unidad de investigaciones de NMas, estimó que la expansión de las redes sociales ha ayudado a difundir el trabajo periodístico, pero también a incrementar y “viralizar” las agresiones que sufren las mujeres periodistas.
Originaria de Hermosillo, Sonora, Gallegos ha realizado diversos reportajes e investigaciones sobre corrupción, crimen organizado, lavado de dinero, desigualdad y derechos humanos.
Durante su participación, expuso que las agresiones son diferenciadas dependiendo si se trata de un hombre y una mujer periodista, pues en el caso de estas últimas, trasciende a su labor y los ataque se transforman en verbales, críticas hacia la persona, calificativos hacia su cuerpo, su sexualidad y hasta forma de vestir.
“Se meten en la vida privada de la periodista, cuestionan hasta el número de parejas que han tenido”, lamentó-
Consideró que este tipo de ataques lo único que busca es llevar a la mujer hacia el aislamiento, al silencio y caer en algo muy peligroso, la autocensura.
Dijo que las redes sociales dan el beneficio de escudarse en el anonimato para agredir, sin que exista voluntad política para perseguir y castigar estos comportamientos, en especial cuando muchos de los ataques y amenazas provienen desde las mismas autoridades.
“Ahora que soy mamá, yo no quiero que estas agresiones lleguen a lo que más amo, que es mi bebé”, dijo.
Por otro lado, exhibió una realidad innegable que viene de años atrás en las redacciones, que reparten las fuentes dependiendo del género: educación, salud, comunitarias, para las mujeres. Las fuentes políticas, económicas, entre otras, para los hombres.
“Como si las mujeres no tuviéramos las capacidades para ir a cuestionar a un gobernante, a un político”, señaló.
Otro miedo latente entre las mujeres periodistas es salir embarazada pues por años muchas de ellas fueron despedidas por cuestiones de una visión patriarcal y machista, denunció.
“Ser mamá periodista es muy distinto a ser una periodista sin hijos, porque tus roles, todo cambia”, aseguró, aunque reconoce que ha sido privilegiada porque cuenta con una red de apoyo con la que no cuentan otras mujeres, en especial en redacciones regionales.
Finalmente, urgió a las autoridades de todos los niveles de gobierno a pronunciarse, ya que, dijo que no se debe dejar de lado la impunidad que existe en las agresiones cibernéticas.
INAI impulsa que se conozca lo que es ser mujer periodista en México
Blanca Lilia Ibarra Cadena, comisionada presidenta del Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), señaló que el organismo busca impulsar la conciencia social sobre lo que representa ser mujer en el país específicamente de aquellas que desarrollan actividades periodísticas.
Destacó el trabajo de Lourdes Mendoza, Zoraida Gallegos y Laura Sánchez Ley, de quienes, según señaló, ha seguido de cerca por sus labores a favor de la sociedad mexicana. Aunado a ello, describió el quehacer periodístico como ‘’riesgoso pero relevante’’ para la sociedad y lo consideró como ‘’tener permanentemente la vida en un hilo’’.
Por otro lado, externó su preocupación por los tres comisionados faltantes y pidió ‘’respetuosamente’’ a los senadores concluir con el nombramiento; pues explicó que mensualmente se realizarán actividades como esta, que buscan fortalecer el conocimiento público de los derechos de las mujeres para que se impacte en la disminución de los abusos del poder.
Por su parte, el comisionado del INAI, Adrián Alcalá Méndez, consideró que la violencia y la amenaza contra las mujeres, es la más extendida violación de derchos humanos, la cual, dijo, genera inestabilidad en las sociedades e impide el progreso hacia la justicia y la paz, generando consecuencias físicas, sexuales, sicológicas y mortales contra ellas.
Mientras que la Comisionada Josefina Román Vergara, manifestó que la violencia ha sido una constante en nuestro país, afectando en especial durante la última década a las mujeres periodistas, cuyas agresiones se han disparado a comparación del sexenio pasado.
Por su parte, la comisionada Norma Julieta del Río sostuvo que la violencia contra las mujeres periodistas es algo que debe preocupar a todos, sobre todo a través de redes donde “ya de manera cotidiana por ejercer la libertad de expresión”.