El arte de envejecer es comprender que lo único seguro es la muerte. Paradójicamente eso no nos vuelve tristes. Es cuando mayor gratitud experimentamos del tiempo que tenemos, de los planes que armamos a cada momento, de las personas que están y estuvieron.
La historia, contenido o narrativa es un conjunto de ideas que se están despliegan con el tiempo a determinada velocidad. Pero de manera simultánea existen otras escenas después de eso sobre otra cosa.
En una sociedad en la que privilegiamos la existencia de héroes, tomamos personajes mesiánicos con pies de barro que no logran tolerar cuestionamientos fundamentales, que muy pronto echan por tierra sus peligrosos mitos y lanzan al pueblo a luchar contra personas, instituciones o practicantes de un oficio.